27 marzo, 2007

La Enciclopedia Espasa-Calpe

La distorsión patente de la verdad histórica no sólo ocurre en sitios en donde de hecho ya anticipamos tal cosa. También ocurre en fuentes de información que muchos suponen respetables y situadas por encima de las tentaciones de torcer un poco los datos aquí y allá para satisfacer las necesidades del dictador que está gobernando o de la época en la cual se está viviendo. Un ejemplo de ello es la venerable Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana Espasa-Calpe, conocida por muchos simplemente como la Enciclopedia Espasa-Calpe. Esta obra consta de una cantidad impresionante de gruesos volúmenes que cubren todo tipo de tópicos, desde economía y geografía hasta biología y matemáticas, y parecería ser la respuesta de España a la igualmente venerable Enciclopedia Británica. Pero antes de tomar como verdad absoluta todo lo que contiene esta enciclopedia, es indispensable tomar en cuenta la época en la cual fué impresa. La Enciclopedia Espasa-Calpe cuyo depósito legal M. 26-908-1973 fué realizado en Madrid terminó siendo elaborada en la década de los setentas tras varios años de preparación cuidadosa evitando cualquier cosa que pudiera ser objeto de la censura practicada por la era del franquismo. Estamos hablando de algo que fué publicado precisamente cuando la dictadura del ultraderechista Generalísimo Francisco Franco estaba llegando a su fin tras una larga dictadura ultraderechista, cuando la fascista Falange española todavía controlaba con mano de hierro mucho de lo que sucedía en España. En esa España, había cosas de las que no se podía hablar mal y había cosas de las que no se podía escribir, y el asesinato del gran dramaturgo Federico García Lorca a manos de mentes reaccionarias al inicio de la Guerra Civil española es aún prueba palpable de ello.

Teniendo esto firmemente en mente, veamos lo que la Enciclopedia Espasa-Calpe nos tiene que decir sobre la Santa Inquisición, la cual ya de antemano sabemos que es alabada en toda la literatura forjada en los círculos afines a la extrema derecha. Veamos lo que dice en el Tomo 64, en la página 372, en donde encontraremos que al hablar sobre esta terrible institución lo hace de manera muy alabatoria justificándola en todo lo posible. El siguiente extracto está tomado de allí:

Napoleón dió en Madrid (Chamartín), el 4 de Diciembre de 1808, un Decreto suprimiendo la Inquisición Española, como atentatoria á la soberanía y autoridad civil, é incautándose de todos sus bienes, siendo el mismo Juan Antonio Llorente (el secretario del Tribunal de la corte) designado para practicar el inventario de cuantos papeles y efectos perteneciesen á las Inquisiciones subalternas.

Creyó Napoleón granjearse la popularidad y el afecto de los españoles suprimiendo la Inquisición, por estar imbuído en los horrores que de ésta se habían hecho circular en el extranjero; pero se equivocó, pues en general la Inquisición era respetada y amada en toda España, por lo que las Juntas patrióticas la fueron restableciendo allí donde podían hacerlo, como en Cataluña, Galicia, Cuenca y Murcia.

No puede negarse que en la Inquisición se cometieron abusos y que hubo inquisidores crueles, aunque se procuró corregirlos; pero las culpas individuales no deben hacerse recaer sobre la Institución en general. Esta distó mucho de ser lo que pretendió Llorente y con él los liberales del siglo XIX. Por otra parte, la campaña con la cual se desfiguró por largo tiempo al Santo Oficio no fué sino una parte de la difamación que contra España, sus reyes é instituciones realizaron los enemigos del poderío español y en especial los herejes perseguidos, a los cuales se han unido en la obra el judaísmo y la masonería. Fué precisamente en los últimos años del siglo XIX y principios del XX cuando la verdad se abrió paso. (Comentario: Aquí la Enciclopedia Espasa-Calpe está aludiendo sin pretender maquillarlo a "la gran conspiración judía masónica comunista" en la cual la ultraderecha apoya sus estrafalarias teorías. En este caso, es "la gran conspiración judía masónica comunista" en contra de España, tal y como la incipiente ultraderecha española deseaba que se asentara como verdad absoluta y deseaba que se repitiera en todas las instituciones de enseñanza españolas. Ésta "verdad" exonerante de la Santa Inquisición -según la Enciclopedia Espasa-Calpe- se abrió paso justo cuando a principios del siglo XX la literatura en Europa basada en el fraudulento libelo Los Protocolos de los Sabios de Sión estaba sembrando las semillas del Nazismo en Alemania y del Fascismo en España, preparando el terreno en ésta última para su terrible Guerra Civil), incluso en las obras de algunos extranjeros, aunque Llorente procuró destruír cuanto podía desmentir sus afrancesadas afirmaciones; pero el conocimiento exacto de lo que fué la Inquisición en general y en otros países y los trabajos de búsqueda en nuestros archivos (no completos todavía) han permitido restablecer la verdad histórica.

Los protestantes y los revolucionarios que han combatido á la Inquisición Española, olvidan que fueron mucho más crueles que ella las establecidas por ellos; y los ejemplos de Rusia y de Méjico prueban que cuando ya no existe la Inquisición en la Iglesia, continúa existiendo, agravada, en los Estados."

Más recientemente, libros como Why apologize for the Spanish Inquisition? ("¿Por qué pedir disculpas por la Santa Inquisición"?):





de Alphonsus Maria Duran, fundador y director de la organización Miles Jesu, retoman hoy en día los mismos argumentos a favor de la Santa Inquisición esgrimidos desde hace casi un siglo por la Editorial Espasa-Calpe. Invariablemente, la principal "defensa" de la Santa Inquisición, tanto ayer como hoy, siempre recae en el mismo argumento: la exculpante por comparación: "Como otros (los Protestantes ingleses, los "rojillos comunistas", etc.) cometieron crímenes mayores que los que se le atribuyen a la Inquisición, eso basta y es más que suficiente para exculparla". Un argumento que posiblemente no deje muy satisfechas a las víctimas que fueron despachadas al más allá en el nombre de Dios y en el nombre de Jesucristo, misma argucia de carácter legaloide a la que recurre la extrema derecha hoy en día para "santificar" actividades tales como la instalación de un gobierno paralelo secreto operando a espaldas de la población como lo es el caso de la Organización Nacional del Yunque en México. El mismo argumento es utilizado por casi todos los revisionistas neo-Nazis para "exculpar" a Hitler y a sus enloquecidos seguidores de cosas tan terribles como la "purga" que se llevó a cabo en la Alemania Nazi durante la noche de los cuchillos largos. Esta carnicería criminal, por sí sola, debería ser más que suficiente en un juicio legal para condenar irremisiblemente a todos sus participantes en ausencia a la pena máxima. Pero no, de acuerdo a los revisionistas esto no puede ser, porque Stalin en Rusia llevó a cabo purgas más terribles que las de Hitler. Autores neo-Nazis como Salvador Borreo en su libro Derrota Mundial esgrimen precisamente ésta "defensa" a favor de los Nazis alemanes, en virtud de que muchos de los delitos de sus "defendidos" están demasiado bien documentados como para tratar de negarlos y no les queda otro remedio ni otra salida que la exculpante por comparación. De hecho, aunque la gran mayoría de pseudo-historiadores revisionistas intentan reclasificar la "noche de los cuchillos largos" como la única purga llevada a cabo por Hitler, una vez que Hitler se hubo instalado firmemente en el poder los alemanes presenciaron o padecieron muchas otras "purgas" Hitlerianas llevadas a cabo de manera más discreta por las SS que se encargaron de estar despachando a los "purgados" a los campos de concentración de donde ya no volverían a salir con vida.

Si hemos de tragarnos sin reflexión alguna todos los argumentos esgrimidos desde aquella época por la Enciclopedia Espasa-Calpe a favor de la Santa Inquisición, ésta debería ser reestablecida de inmediato en estos mismos momentos. Pero son pocos, muy pocos, los que apoyan la idea de un regreso de la Santa Inquisición en nuestra era moderna. Ni siquiera el mismo dictador ultraderechista Francisco Franco intentó una cosa semejante que hubiera sido de inicio un proyecto descabellado. Mucho más importante, la Iglesia Católica ya no se presta a una cosa así. Y menos después de que el Papa Juan Pablo II valientemente destacó en su Carta Apostólica Tertio Milenio Adveniente (10 de noviembre de 1994) la necesidad de revisar algunos pasajes oscuros de la historia de la Iglesia para reconocer ante el mundo los errores de determinados fieles. Y menos aún cuando el mismo Juan Pablo II, el domingo 12 de marzo del 2000 en una misa especial en la Basílica de San Pedro, en el momento culminante del Jubileo del Año Santo del 2000, pidió perdón siete veces por los pecados de la Iglesia, tomado por muchos como una alusión a la brutalidad de la Inquisición y el antisemitismo. Simple y sencillamente, en estos días casi nadie tiene el estómago para abogar por un retorno de la Santa Inquisición, por muy convincentes que puedan parecer los argumentos a favor de la misma, habida la cuenta de los métodos que acostumbraba utilizar para extraer confesiones llevando a cabo represiones de carácter religioso sancionadas por el Estado. Si alguien quisiera hoy en España emprender una cacería de masones "herejes" y "judaizantes", recurriendo a los mismos argumentos usados en la Enciclopedia Espasa-Calpe para alabar y justificar las "enormes bondades" de la Santa Inquisición, con la idea de llevar a todos estos "herejes" a un castigo lo más cercano posible a la hoguera purificadora que se acostumbraba usar en otros tiempos, lo más probable es que terminaría en una camisa de fuerza. De cualquier modo, por estúpida que hoy nos parezca que hoy nos parezca la idea de restablecer el Tribunal del Santo Oficio, hay que recordar que varias generaciones de españoles crecieron nutridos no sólo por lo que aprendieron en ésta enciclopedia sino también por las ideas que les estuvieron metiendo en la cabeza -con los parabienes del mismo dictador vitalicio Francisco Franco- pseudo-historiadores ultraderechistas pro-Nazis como Joaquín Bochaca e inclusive los mismos Nazis a los cuales les dieron asilo, tales como Otto Skorzeny y León Degrelle. Es por lo tanto un triunfo espectacular de la democracia parlamentaria que impulsó el Rey Juan Carlos -democracia que en su momento intentó destruír en 1981 el ultraderechista Teniente Coronel Antonio Tejero sin importarle el riesgo de arrojar a España a una nueva guerra civil- el que sin derramamientos estériles de sangre España como nación se haya podido zafar en buena medida de tanta basura poniéndola en el lugar que le corresponde.

Recordemos que en México el Padre de la Patria, el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla, el hombre que un 6 de diciembre de 1810 abolió en México esa misma esclavitud con la cual el Imperio Español por varios siglos subyugó a los nativos de la Nueva España e inclusive a los nativos llevados desde Africa hasta América para tal efecto, esa misma esclavitud de la cual la Santa Inquisición se hizo de la vista gorda pese a que tal práctica atentaba directamente en contra de todas las enseñanzas de Jesucristo, fué procesado por el Tribunal del Santo Oficio, siendo excomulgado para posteriormente ser ejecutado y decapitado. (Al menos en los Estados Unidos, el Padre de la Patria George Washington sobrevivió para poder echar a andar su nueva nación como su primer Presidente y no tuvo que sufrir el proceso de excomunión que vivió Don Miguel Hidalgo.) Y recordemos cómo la misma Juana de Arco, la libertadora de Francia, también tuvo que sufrir los rigores de la Santa Inquisición, para terminar sus días en la hoguera. In toto, la Santa Inquisición muy poco o más bien nada tiene que decir a su favor en lo que respecta a las grandes causas libertarias de la humanidad, y antes bien carga con demasiadas culpas al respecto. Pero estos no son argumentos en los que haya gustado elaborar la Enciclopedia Espasa-Calpe, cuya principal prioridad, más que la verdad histórica, pareció ser hacer un negocio como cualquier otro en la era del franquismo sin el peligro de ser clausurada por la Falange.

Lo que acabamos de leer fué escrito y publicado cuando España aún no caía en lo que sería su más cruenta guerra civil, cuando en Europa los libelos anti-judíos (Los Protocolos de los Sabios de Sión) y anti-masónicos (como la obra fraudulenta de León Taxil; véase el documento titulado "¿La Sinagoga de Satanás?" puesto dentro del blog de Spectator titulado Miscelánea) repletos hasta el borde de falsedades estaban preparando el terreno para lo que sería la terrible extrema derecha europea.

Tras esta "primera edición", apareció un suplemento anual a la obra original, el suplemento correspondiente al año 1934. El Nazismo estaba posicionándose ya en Alemania como la primera fuerza política, y España se iba acercando cada vez más a lo que sería una devastadora guerra civil. En este marco, la Enciclopedia Espasa-Calpe al hablar sobre el Nazismo en la página interior [5] de la sección de "Geografía e Historia", correspondiente a la página 405 del total del suplemento, asienta lo siguiente:

Los nacionalistas de Huggenburg y los Cascos de Acero presentaron al teniente Coronel Düsterberg (como candidato) mientras que los nacionalsocialistas desarrollaron una campaña maravillosamente organizada a favor de Hitler, que poco antes (26 de febrero, 1932) había obtenido la nacionalidad alemana. El "partido alemán nacionalsocialista obrero" entró en la campaña con un programa a la par nacional y socialista. "Muera el marxismo para que el socialismo viva" fué uno de sus lemas. Comentando los resultados de las elecciones, podemos escribir: "En algo más de dos lustros el número de hitleristas ha aumentado casi un millón de veces. Cuando Adolfo Hitler formó su partido, sus miembros cabían en una modesta habitación; hoy con sus hijos, los electores nacionalsocialistas llenarían un país tan vasto como España."

No se menciona en la Enciclopedia Espasa-Calpe que, para lograr este auge espectacular, los Nazis recurrieron a una intensa campaña para inducir el voto del miedo, advirtiendo a los electores sobre los "peligros" de que los comunistas lograran una mayoría en el parlamento alemán, y circulando por doquier las copias de Los Protocolos de los Sabios de Sión pese a que ya para entonces habían sido expuestos como una fabricación fraudulenta. Esta misma estrategia de la promoción del voto del miedo es la que fue utilizada por la extrema derecha encubierta en México en las elecciones presidenciales del 2006 para impedir que el centro-izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien gozaba de una amplia popularidad en las encuestas, pudiese llegar a la silla presidencial. En esto, los ultraderechistas mexicanos del Yunque aprendieron bien su lección de la vieja Europa.

Veamos otras cosas que contiene el suplemento de la Enciclopedia Espasa-Calpe para el año 1934, para ver si podemos detectar algunas simpatías de la España de principios del siglo XX a favor del naciente Nazismo en Alemania:

[6], página 406: Por métodos legales y constitucionales, por la propaganda popular y la votación democrática (y no por algún golpe de estado), el partido nacionalsocialista había conquistado a millones de electores, a cerca de las dos quintas partes de todos los alemanes.

[7], página 407: Había que volver a Hitler, cuyo partido, aún sin haber obtenido mayoría absoluta en las elecciones generales, concentraba el anhelo nacional y representaba el porvenir, la juventud.

[8], página 408: Han desaparecido virtualmente los países (alemanes) y ya no existe oficialmente sino un solo partido (el reconocimiento español implícito de que la democracia alemana ha desaparecido bajo Hitler, sin saber aún los españoles de que muy pronto a ellos también les sucedería lo mismo, con la desaparición de la democracia gozada por España al ser substituída por la larga dictadura de un hasta entonces desconocido Francisco Franco). El nacionalsocialista es totalitario como el fascista (alusión a la Italia de Benito Mussolini). Estima que, siendo a la vez nacional, socialista, patriota, religioso, reformista, defensor del orden y defensor de los oprimidos, encierra todas las aspiraciones del pueblo alemán, de manera que fuera de él no debe haber lógicamente ningún partido. Se comprende, sin embargo, que la "asimilación" completa no ha podido realizarse sin cierta dosis de violencia (¿justificada?), sin condenas, supresión de periódicos (el fin de la libertad de prensa), destierros, campos de concentración, etc. (Sí, ya para 1934, aunque faltaban cinco años para que estallase la Segunda Guerra Mundial, ya se hablaba sobre la existencia de campos de concentración en Alemania.) En cuanto al problema judío, fué resuelto a base del "párrafo ario", que excluye a los no-arios de la comunidad de la raza germana, con el fin de acabar con la preponderancia de los elementos judíos en casi todas las profesiones liberales, así como en la Banca y el Comercio (estas acciones constituyeron el paso preliminar para preparar el terreno para el Holocausto).

Recuérdese que, en la enciclopedia en donde aparecen estos comentarios, es la misma en la cual en la obra original publicada algunos años atrás se hace mención a la influencia "nociva" de judaizantes y masones sobre España.

[9], página 409: También la Iglesia ha de mostrarse reconocida al hitlerismo, por haberla salvado del bolchevismo, del socialismo, del materialismo y del liberalismo agnóstico, y por esta razón se puede preveer una colaboración entre los dos poderes, a pesar de la divergencia entre el espíritu católico y la teoría racista. Mediante la firma del Concordato, el gobierno alemán ha dado pruebas de su buena voluntad en el terrno religioso. En resumen: el nacionalsocialismo sólo puede querer que Alemania vuelva a ocupar la posición que merece, pero no piensa en la conquista de otros países.

En respuesta a lo que una politizada Enciclopedia Espasa-Calpe afirma sobre el Concordato firmado entre el Vaticano y el Tercer Reich el 20 de julio de 1933, afirmando que el gobierno alemán había estado dando pruebas de su buena voluntad en el terreno religioso, la Iglesia Católica en la actualidad tiene una opinión completamente distinta, como podemos verlo en el portal de Catholic.net en donde leemos:

El concordato con Alemania por parte de la Santa Sede fue ante todo un concordato defensivo, pues el papa Pío XI quería ahorrar a los católicos "en la medida humanamente posible las situaciones violentas y las tribulaciones que, en caso contrario, se podían prever con toda seguridad según las circunstancias de los tiempos", como diría la encíclica Mit brennender Sorge, número 4.

Desgraciadamente no pasó mucho tiempo para que Hitler demostrara lo que pensaba de esas garantías que dio a la iglesia y cuál sería su actitud ante el catolicismo. La ejecución de dirigentes de las juventudes católicas durante la "Noche de los cuchillos largos" y el asesinato del canciller austriaco Dollfuss en el verano de 1934 fueron una señal más que suficiente. A partir de 1935, después del plebiscito sobre la cuenca del Saar, se desencadenó la campaña contra el clero y contra las asociaciones católicas.

La iglesia protestó por el no cumplimiento del concordato. El régimen de Hitler atropelló la libertad de asociaciones, se hizo con el monopolio de la educación , paró la prensa católica, destituyó a profesores católicos, tuvo ingerencias en los seminarios y difundió en las escuelas tesis anticristianas inspiradas en la doctrina de Rosenberg, racista exaltado y anticristiano que resucitó mitos nórdicos y los expuso en su obra Mito del siglo XX. Hitler quería una raza aria, por tanto, mandó matar a hebreos y otras razas.

Los obispos alemanes protestaron ante todo esto. Sobresalió el cardenal Faulhaber (1869-1952), arzobispo de Munich. Y como no se veía conciliación, el papa Pío XI intervino solemnemente, después de haber apoyado todas las protestas y denuncias de los obispos y de los católicos alemanes contra las persecuciones. El domingo de Ramos de 1937 denunció los males intrínsecos del nazismo y las consecuencias del totalitarismo en la encíclica "Mit brennender Sorge".

El nacionalsocialismo reaccionó terriblemente ante esta encíclica papal. En el arco de tres semanas fueron condenados 103 católicos; 1.100 personas, entre sacerdotes y religiosos, fueron llevados a prisión en mayo de 1937; en 1938, 304 sacerdotes fueron deportados a Dachau. Las organizaciones católicas que aún quedaban en pie fueron disueltas y la escuela confesional fue suprimida en 1939.

Y en lo que respecta a la afirmación "contundente" hecha por la Enciclopedia Espasa-Calpe en el sentido de que Alemania no pensaba en la conquista de otros países, tras la invasión de Polonia en 1939 que desencadenó a fin de cuentas la Segunda Guerra Mundial, la invasión de Rusia en una guerra no-provocada (Operación Barbaroja), la invasión de Francia e inclusive la invasión de países neutrales como Suecia y Holanda, esta afirmación apologética de lo que muchos advertían ya como la intención de dominación mundial del Nazismo terminaría cayendo por su propio peso poniendo a la venerable enciclopedia en el ridículo.

Tras la aparición del suplemento correspondiente al año de 1934, otro suplemento posterior a la obra original que marca un "parteaguas" para la Enciclopedia Espasa-Calpe es un suplemento de dos partes correspondiente a los años 1936 - 1939, justo cuando acababa de concluír la guerra civil española con la participación decidida de la Alemania Nazi en el conflicto en apoyo de las fuerzas de la Falange, con el dictador ultraderechista (¡no lo llaman así ni por equivocación en toda la obra!) Francisco Franco ya instalado firmemente en el poder que no abandonaría sino hasta el momento de su muerte. La parte que nos interesa es la segunda parte del suplemento, en la cual podemos ver intercalada entre las páginas 1408 y 1409 una lámina a todo color del personaje a quien zalameramente llaman "El Excelentísimo Señor Don Francisco Franco Bahamonde, Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire". Desde la página 1381 hasta la página 1623, la lectura de las 242 páginas arroja la impresión de que toda la obra es una justificación de las "bondades" de la Falange (el equivalente español de la Organización Nacional del Yunque, aunque actuando en forma abierta y no encubierta como lo hace su símil en México), una glorificación de las "bondades" de la férrea dictadura franquista; en fin, más una obra de corte propagandístico -que seguramente habrá requerido la aprobación previa de varios censores "oficiales" y "no-oficiales"- que la narración objetiva, neutral e imparcial que se esperaría de una enciclopedia seria detallando todo lo bueno y todo lo malo por igual sin tomar bandos. En este suplemento, la palabra "fascista" pierde toda su connotación negativa y pasa a ser tan sólo un término "vago" (en la página 1385), la España Republicana es llamada exclusivamente como la "España Roja" (en la página 1391) en alusión al color rojo con el cual se identificaban los comunistas (en aquél entonces no existía aún la Unión Soviética), y la caída de Madrid en manos de las fuerzas de la Falange es descrita sin tapujos como una "liberación" (en la página 1512). Pero veamos algunas de las cosas que trae éste suplemento en su interior para sacarnos de dudas de una vez por todas sobre la interpretación que le dá la Enciclopedia Espasa-Calpe a los sucesos históricos que acontecieron durante la guerra civil. Empezaremos con el ensalzamiento de la Legión Kondor despachada desde la Alemania Nazi por Adolfo Hitler para garantizarle su triunfo a su correligionario español Francisco Franco:

p. 1440: El 21 (de mayo de 1939) se celebró con gran brillantez, en el aeródromo de la Virgen del Camino, en León, el acto de despedida de las fuerzas alemanas que integraban la Legión Cóndor, que fue revistada por el Generalísimo, acompañado por el ministro de la Defensa Nacional, varios generales, los jefes y oficiales de Aviación, los embajadores de Italia y Alemania (dos de los países de lo que vendría siendo el Eje Roma-Berlín-Tokio durante la Segunda Guerra Mundial) y otras personalidades. El discurso que pronunció el caudillo, agradeciendo la generosa ayuda del pueblo alemán en nuestra Cruzada contra la invasión de las fuerzas e ideas bolcheviques, y en defensa de la civilización occidental y de la comunidad ideológica de ambos pueblos, terminó con las siguientes palabras, después de recordar las hazañas de los legionarios alemanes: "Yo quiero deciros hoy, en los momentos de gloria y entusiasmo, que siento el orgullo de haber tenido este conjunto de jefes, oficiales y soldados a mis órdenes, y siento el orgullo de que hayaís estado en España y el de haberos mandado. Vais a partir para vuestras tierras, vais a llevar a la gran Alemania el saludo de un pueblo fraternal. Y podéis decir que, porque habéis dado esta prueba de amor y generosidad y de nobleza, podeís llevar el saludo más expresivo al pueblo alemán, a sus instituciones militares, y a vuestro gran conductor, el Führer, el hombre que en un momento de peligro supo querer y comprender a España." El general Reichstefer, jefe de la Legión Cóndor (Observación de Spectator: el Comandante en Jefe de la Legión Kondor fué Hugo Sperrle), leyó en español el discurso del que son los párrafos siguientes: "Con toda modestia, conforme al pensamiento de todos y de cada uno de los componentes de esta Legión, debemos decir que no hemos hecho mas que cumplir con nuestro deber, sagrado por cierto, ante vuecencia, España, y ante el mismo Führer y Alemania, sirviendo a la gran idea que nos une a todos. En la hora del peligro, cuando había que demostrar dónde se hallaban los auténticos amigos de España, Alemania no podía permanecer impasible. Con viva simpatía vió nuestro pueblo la contienda emprendida por vuecencia y comprendió Alemania que sólo el triunfo de las armas de vuecencia podría salvaguardar los altos valores culturales de la nación española y librar a Europa de una cruenta lucha contra la disolución y el caos bolcehvique... A la hora emocionante de la despedida, hacemos los más fervientes votos por vuecencia y expresamos el afecto fraternal de los legionarios de la Cóndor hacia este gran pueblo y sus instituciones armadas, desde sus jefes más altos hasta el último de sus soldados, y a este deseo y sentimiento damos expresión con nuestro viejo grito militar."

Es importante señalar que la Legión Kondor bombardeó a la población española con 17 millones de kilos de bombas, hecho reconocido por los mismos historiadores alemanes. Mucha de la destrucción causada por los Nazis en España le sería atribuída posteriormente por la maquinaria propagandística de la Falange a los Republicanos con el fin de intensificar deliberadamente el odio en contra de ellos. De cualquier modo, pese a que la intervención decidida de la Alemania Nazi les salvó el pescuezo a Francisco Franco y a sus Falangistas, cuando llegó el turno de corresponder el favor, cuando el Führer se encontraba duramente comprometido con sus huestes diseminadas por toda Europa en guerra con las fuerzas aliadas en el frente occidental y en guerra con Rusia en el frente oriental, el Generalísimo se comportó como un verdadero ingrato (por no decir cobarde), no le proporcionó a Hitler una sola bala, un solo fusil, un solo tanque, ni siquiera un solo soldado del ejército falangista español de aquellos que pelearon al lado de la Legión Cóndor. Ni siquiera le permitió a Hitler utilizar el paso estratégico a través de suelo español por el estrecho de Gibraltar, abandonándolo por completo a su suerte. Después de todo, ¿qué se podía esperar realmente de gente como ésta, acostumbrados a mentir y a traicionarse mutuamente, viendo a fin de cuentas por sus propios intereses?

De cualquier modo, en ésta edición de la Enciclopedia Espasa-Calpe, los Nazis son los buenos, mientras que los Republicanos son los malos, mismas ficciones que son sostenidas hasta nuestros días por la literatura ultraderechista neo-Nazi promocionada por el Yunque y lo que queda de la Falange. Al culminar la guerra civil española, y en un grave momento de crisis, el Presidente de México General Lázaro Cárdenas -el mismo a quien Los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara detestan en toda su literatura propagandística y al cual hubieran querido matar con sus propias manos- en un hecho histórico sin paralelo en la Historia de México les abrió generosamente las puertas del país a cientos de miles de españoles recibiéndolos como refugiados políticos. Y la razón por la cual este mar de gente tenía que huír de España a toda prisa fué porque, de haberse quedado en la España del ultraderechista Francisco Franco, todos ellos habrían terminado muertos, ejecutados con un tiro en la nuca a manos de un vencedor incapaz de mostrar generosidad alguna hacia los derrotados. Porque así es como se las gasta la ultraderecha que se proclama "católica". El premio para México -y la gran pérdida para la España del Generalísimo Franco- fué el ingreso al país de algunos de los científicos e intelectuales más prestigiados de la Península Ibérica. Estamos hablando de gente de la más alta talla intelectual que se pudiese encontrar en Europa. (Tiempo después y por razones similares, los Estados Unidos de Norteamérica también se beneficiarían con el éxodo masivo de algunos de los mejores científicos europeos que tuvieron que huír a causa de las persecuciones y el caos que fueron la consecuencia lógica del régimen de terror instaurado por los Nazis, científicos tales como Albert Einstein, Edward Teller, John von Neumann y Wernher von Braun. Esta sangría fue crucial para que Estados Unidos pudiera tomar una ventaja tecnológica considerable sobre el continente europeo convirtiéndose en la primera superpotencia mundial.)

En las páginas 1532 y 1533, respectivamente, aparecen las fotografías del avión Heinkel He-III y el monoplano de caza Messerschmitt Me 109 que la Alemania Nazi proporcionó -junto con otros modelos de aviones- a la Falange para facilitarle su triunfo sobre los Republicanos, a los cuales la Enciclopedia Espasa-Calpe se refiere repetidamente simplemente como "los rojos" o "los marxistas".

Sigamos leyendo algunos párrafos tomados al azar de este suplemento, para seguir comprobando que la Enciclopedia Espasa-Calpe de aquella época se convirtió en un justificante de todo lo que enarbolaba la ultraderecha española:

p. 1571: En una orden del 13 de agosto de 1936, teniendo ya en vistas el nuevo curso escolar que pronto comenzaría, se insiste en que la enseñanza en las escuelas responda a las conveniencias nacionales (interpretación: una juventud española inculcada en todo lo bueno que son la Falange y el fascismo, glorificando el nombre del Generalísimo a la manera en la que los rusos hacían lo mismo en Rusia con Stalin), y se pide a los alcaldes un informe minucioso acerca de las ideas de los maestros y su conducta con respecto a la Religión y a la Patria, y si han perturbado las conciencias infantiles en sus enseñanzas, ya en el orden patriótico, ya en el aspecto moral.

Puesto en términos llanos, bajo la Falange no se llevó mucho tiempo en crear una extensa red de delatores y espías dentro de las escuelas para mantener informado al Estado en todo momento sobre aquellos posibles "traidores" al espíritu de la Falange que podían esperar ser removidos de sus cargos e inclusive terminar en el paredón de fusilamiento. Ello no impidió que la literatura ultraderechista publicada bajo la cubierta protectora del Generalísimo condenara duramente la existencia en Rusia de la policía secreta y de una red extensa de delatores y espías que a fin de cuentas estaban haciendo lo mismo que lo que se estaba haciendo en la España de Francisco Franco, una de las hechuras de mayor duración de Adolfo Hitler. Esto revela la cínica hipocresía de la ultraderecha: lo mismo que ellos le critican duramente a sus contrarios ideológicos lo usan liberalmente en su propia casa sin que vean en ello nada de malo. Es por esta misma razón que en el principal semillero del neo-fascismo en México, la Universidad Autónoma de Guadalajara, no tengan impedimento ético y moral alguno en el montaje de una red extensa entre el estudiantado de estudiantes "soplones", de delatores-espías sin sueldo alguno fanatizados hasta la médula de los huesos con una maraña elaborada de mentiras con las cuales les "lavaron" el cerebro.

p. 1571-1572: En lo tocante a libros de texto, el 4 de septiembre de 1936 se daba una orden, encargando a los directores de Institutos en primer término, y en ulterior instancia a los rectores de Universidades, cuidaran de que en los libros de texto no hubiera nada opuesto a la moral. En la misma circular se mandaba como "caso de salud pública" que se retiraran de las escuelas y bibliotecas ambulantes todos los libros y folletos que con tendencia marxista o comunista se publicaron en tiempos de la República, y se destruyeran para que no quedara ni vestigio de los mismos. En orden especial de 21 de septiembre se declaraba obligatoria en las escuelas la enseñanza de la Religión e Historia Sagrada, dando a entender que la Escuela Nacional ha dejado de ser laica. (Este es precisamente uno de los objetivos del Yunque, impulsado en estos momentos por su máximo "líder moral" Manuel Espino Barrientos, el Presidente del Partido Acción Nacional y también presidente mundial de la ODCA, la Organización Demócrata Cristiana de América, aunque no porque los cerebros del Yunque sean muy religiosos que digamos, sino más bien por cuestiones de mera -e hipócrita- conveniencia política.)

Así pues, por orden del Generalísimo y de la temible Falange, la educación en España impartida por el Estado dejó de ser laica, sin importarles un comino que el mismo Jesús estableció la separación entre la Iglesia y el Estado al decir: "Dad a César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Lamentablemente, estos pactos y alianzas de los representantes de la Iglesia Católica con el poder civil del Estado para establecer una religión oficial no siempre han llegado a un final feliz, como muchos capítulos de la historia nos lo demuestran.

Si bien bajo la España regida por el Generalísimo y la Falange se llevó a cabo una gigantesca quema de librostal y como las que estuvieron llevando a cabo los Nazis en Austria y Alemania, esta quema al principio estuvo limitada a libros de contenido pro-comunista o con tendencia marxista impresos en los tiempos de la República, aunque poco después de iniciada la destrucción la quema fué extendida hacia cualquier obra no-autorizada por la tremenda censura impuesta por la ultraderechista Falange. Sin embargo, no hubo tal orden de destrucción total -ni siquiera parcial- en contra de los libros de carácter propagandístico que estaban llegando de la Alemania Nazi, obras tales como "Mi Lucha" (Mein Kampf) de Adolfo Hitler o Los Protocolos de los Sabios de Sión, inyectando las ideas propias de la ultraderecha basadas todas ellas en la creencia de esa fabulosa cuanto mítica "gran conspiración de judíos, masones y comunistas para apoderarse del mundo" así como otras patrañas por el estilo. Continuemos extrayendo otros párrafos de interés de la obra que estamos analizando:

p. 1573: El Movimiento surgido en España es la reacción de la Humanidad (¿?) por reintegrar las virtudes gastadas, por salvar los grandes valores históricos, por retroceder con premura (al menos aquí la Enciclopedia Espasa-Calpe habla de un retroceso), a tiempo de no caer en un abismo de negaciones. Por eso la lucha que España sostiene (la España fascista, la España de la Falange, esto es) no es localista; tiene honda repercusión en Europa entera.

p. 1601: La Falange y las J.O.N.S. (Juntas de la Ofensiva Nacional Sindicalista) se adoptan y patrocinan esta forma de sindicación. El Movimiento no es, pues, una lucha de intereses políticos (¿?); es algo más grande: es una profunda revolución operada en beneficio del resurgimiento de España. En la Revolución Nacional-sindicalista está el nuevo y glorioso porvenir.

Tras la derrota de la Alemania Nazi, el Generalísimo, la Falange, y la Enciclopedia Espasa-Calpe adoptaron una postura de distanciamiento hacia el antiguo gran aliado de España, como podemos verlo en la página 610 del suplemento 1945-1948, cuando al hablar del propagandista Nazi Julius Streicher (el Salvador Borrego Escalante de Alemania) lo hace en los siguienes términos:

Streicher. Fervoroso nacionalsocialista, defensor acérrimo de la política de Hitler, a cuyo grupo de amigos íntimos pertenecía; infectó el alma alemana con el virus del antisemitismo e inició al pueblo en la persecución de los judíos; su incitación al asesinato y exterminación cuando los judíos de la Europa oriental eran muertos en horribles condiciones, "constituye claramente persecución por motivos políticos y raciales con respecto a los crímenes de guerra, definidos en los preceptos del Tribunal (de Nuremberg). Constituye igualmente un crímen contra la humanidad."

De cualquier modo, con el beneplácito aprobatorio del Generalísimo, además de que se le dió cobijo y asilo en la España ultraderechista a prominentes criminales de guerra Nazis tales como Otto Skorzeny y Horia Sima, bajo su larga dictadura proliferaron las lenguas de serpiente que se estuvieron encargando de producir e imprimir toneladas de libros propagandísticos promocionados entre las juventudes de España por radicales de la misma Falange, para tratar de mantener vivo el destartalado mito de la "gran conspiración judía masónica comunista", varios de los cuales llegaron a México, favor que México (o mejor dicho, el segmento ultra-radical de México) le correspondió a España con los libros novelescos del ultraderechista Salvador Borrego y del Teco de la UAG Carlos Cuesta Gallardo bajo su seudónimo de "Traian Romanescu", sembrando las semillas para el resurgimiento del Nazismo en América bajo la sombra de la Organización Nacional del Yunque. Lo que no se hizo ya públicamente a través de la Enciclopedia de España, la Enciclopedia Espasa-Calpe, se continuó haciendo por otros medios con literatura barata (la referencia no es tanto respecto al precio como lo es a la calidad del contenido), y los efectos nocivos de este veneno son visibles hoy en día. Cualquiera que conozca en persona a un Teco genunino de la Autónoma de Guadalajara o a un miembro juramentado de la Organización Nacional del Yunque esté viendo las vivas consecuencias de esa propaganda.

Pese a todo, no hay razón justificada para utilizar los gruesos volúmenes que hoy en día quedan de la Enciclopedia Espasa-Calpa para alimentar una pira funeraria, a la manera como lo hicieron los Falangistas radicales con mucho de lo que se imprimió bajo la corta era de la República en España. La obra sigue siendo una excelente fuente de consulta en temas completamente apolíticos (nada que tenga que ver con Historia o Política) tales como la anatomía del cuerpo humano, hidráulica, arqueología, entomología y cosmografía. Sólo basta con que se tomen las precauciones del caso al consultarla como fuente de referencia, evadiendo aquellos temas en los que los extremistas de la derecha conservadora lograron dejar su impronta en esta obra. Sólo basta con que los maestros en las escuelas le adviertan severamente a sus alumnos sobre estos riesgos, que los pongan sobreaviso sobre los peligros de exponerse por demasiado tiempo a estas lenguas de serpiente. Después de todo, si éste tipo de literatura enajenante le pudo hacer perder sus cabales a un adulto mayor de edad como el Teniente Coronel español Antonio Tejero o a un industrial norteamericano como Henry Ford, ¿que les puede hacer creer a los jóvenes adolescentes que ellos están en mejores condiciones de poder resistir un asalto directo a la mente como el que puede montar ésta ideología que sobrevive recurriendo a sofisterías astutas aunque ya estén pasadas de moda?

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Durante siglos se creyeron falsedades...tanto de los Griegos como de los Romanos. Finalmente, despues de investigar seriamente se llego a una verdad aproximada acerca de ellos...Hoy esta pasando lo mismo, solo que han cambiado las epocas y la politica domina el mundo. Solo la verdad nos hace libres...abran las puertas...nada la detendra, ni siquiera sus verdugos...

martes, 01 mayo, 2007  
Anonymous Anónimo said...

luego de esta tediosa lectura no me queda más que admirar a los nazis, que chingones eran-
.....o son?
cariñosamente Goliath.

miércoles, 02 enero, 2008  
Anonymous Anónimo said...

¿Los nazis eran chingones? ¡Caramba! Eran tan chingones que dejaron a Alemania en ruinas. Eran tan chingones que dejaron a Europa en ruinas. Eran tan chingones que sus líderes terminaron suicidándose. Eran tan chingones que las nuevas generaciones de alemanes los recuerdan con horror como uno de los capítulos más negros de su historia. Eran tan chingones que su régimen de terror que según ellos iba a durar mil años no llegó ni a diez. Si esto es lo que significa ser chingón para los fascistas de hoy, de seguro que están ansiosos por repetir la misma historia con las mismas consecuencias y demostrarle al mundo entero que siguen siendo igual de chingones, chingando a todos los demás con sus chingaderas hasta que ellos mismos terminen siendo enviados a chingar a toda su...

lunes, 21 abril, 2008  
Anonymous Anónimo said...

Leo que los delitos de los nazis están demasiado bien documentados como para que los negacionistas traten de negarlos... ¡Miles de páginas afirman hoy que Hitler no persiguió a los judíos! En 2008 busquen y encontrarán incluso "historiadores independientes" que afirman que "en archivos americanos", así sin concretar, han encontrado documentos en que el Fürher los defendía, que el gas zyclon B se usaba sólo para desinfectar, que no existieron las cámaras de los campos de exterminio, ni los hornos, etc. Por ejemplo radioislam.com. Y de la Dictadura franquistas, basta con escuchar la segunda radio más escuchada por los españoles (de la que la Conferencia de Obispos es propietaria en un 70%) para constatar que los no-franquistas eran y son unos traidores, anti-españoles, conspiradores...

martes, 22 julio, 2008  
Anonymous Anónimo said...

En pleno 2008 escuchen la emisora de radio en un 70% propiedad de los Obispos españoles y tendrán continuos ataques a los no-franquistas de 1936 y de hoy. Paseen por media España y verán aún calles en honor a golpistas antidemocráticos. Lean en radioislam.com negaciones de que los nazis atacasen a los judíos, e incluso "historiadores independientes" que aseguran haber hallado documentos según los cuales Hitler los protegía.

martes, 22 julio, 2008  
Blogger Emilio Alegre said...

Pero hombre, si Miguel Hidalgo fue declarado inocente de los dos juicios inquisitoriales que tuvo... Lo fusilaron por traidor, no por hereje.

...y lo de Juana de Arco fue un tribunal ilegítimo de la Inquisición, un montaje de los ingleses para evitar hacer de ella una mártir y derribar su imagen de santa ante el pueblo francés que subyugaban. Pero no lo consigueron, porque el pueblo la siguió venerando, la Iglesia declaró nulo el proceso y Juana de Arco es Santa de la Iglesia Católica.

Estoy de caurdo con que la Inquisición es injustificable, pero hay que ponerla en su justo punto, no exagerar ni contar sólo lo que interesa. En ralidad la Inquisición era bien vista por el pueblo, y se la llamaba "el partido de las brujas" porque protegían a las brujas del linchamiento popular y casi nunca condenaban a ninguna: menos de veinte en 350 años de historia de la Inquisición Española (que en condenó a muerte a 4.444 personas en total).

La propia portada del libro que citas, es un cuadro "imposible": santo Domingo de Guzmán, que era un bendito, que soportó de todo intentando convencer por las buenas a los albigenses, y jamás le levantó la mano a nadie, presidiendo un Auto de Fe, cuando aún no existían ni los autos de fe ni la Inquisición en esa época.

viernes, 02 enero, 2009  
Blogger Unknown said...

Hello the picture of Arthur Spiridovitch is not Arthur Spiridovitch?

It is General Alexander I. Spiridovitch my Great Grandfather

Thank you Spiridovitch Books

www.russiahousepress.com

sábado, 28 noviembre, 2009  

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